sábado, 16 de febrero de 2008

Crítica: No es país para viejos

Sinopsis:
Llewelyn Moss (Josh Brolin), un excombatiente del Vietnam, en un rutinario dia de caza, se topa con una fallida operación de venta de cocaina. Entre los cadaveres, encuentra un maletin con dos millones de dolares. Este encuentro, lejos de ser dichoso, le acarreará graves problemas, ya que el encargado de recuperar el dinero es Anton Chigurh (Javier Bardem), un implacable psicópata sin escúpulos que hará lo posible por darle caza. A todo esto, el sheriff del condado Ed Tom Bell (Tommy Lee Jones), intentará atar los cabos del caso para poner fin a toda esta locura.


Crítica:
Ethan y Joel Coen llevan alegrandonos la vida a los amantes del cine desde finales de los años 80. Siempre han sabido ser innovadores y originales sin perder nisiquiera un ápice de poder narrativo y espectacularidad. En definitiva, son de los pocos directores modernos que saben dar la mano a arte y entretenimiento de manera homogenea, cineastas en el sentido mas clásico de la palabra pero a la vez altamente eclépticos, personales y muy salvajes.
Parecen ya muy lejanos en su filmografia titulos como Muerte entre las flores, Fargo, El gran Lebowsky o El hombre que nunca estuvo allí. Con esta No es pais para viejos, vuelven a la senda de su cine mas puro, de las peliculas bien hechas, de las obras de arte.
Nada mejor para regresar a este camino que adaptar uno de los clásicos modernos de la literatura americana "No country for old men" de Cormac McCarthy, una novela por cierto, que se adapta como un guante al estilo de los Coen. Viendo tanto la estructura de la novela, como sus personajes, ambientación, esa violencia seca o ese tono frenético, uno pensaria que está viendo un guión firmado por los Coen, pero en absoluto es asi. Aqui reside la primera clave de la pelicula: no se ha tocado en absoluto la novela de origen; magistralmente los hermanos directores mantienen tanto trasfondo como su espiritu a un 120%, cosa que se agradece eternamente.
A priori, los mas avispados podrian decir que esta pelicula se parece alarmantemente a Fargo. Efectivamente ambas son trepidantes, con historias que se alternan y una violencia cruda que se entrelaza con un sentido del humor negrisimo. Pero la verdad es que Fargo no tiene el trasfondo amargo y desmoralizador que tiene No es pais para viejos. Escarbando un poco en la historia principal, nos encontramos con una sensacion clarisima de pesimismo, de una violencia en ascenso, un mundo que se va a la mierda y un sentimiento profundo de cambio generacional sin esperanza alguna. Todo este trasfondo unido a la perfección narrativa, se convierte en una maquina perfectamente engrasada, en un puzzle exacto donde las historias se empiezan y se cierran trepidantemente sin fallo alguno y dejando huella en el espectador.
Metamos tambien en el cocktail escenas y dialogos que se graban en la retina a la primera, personajes perfectamente perfilados y unos escenarios que se convierten ellos mismos en parte de la historia (mención especial al desierto o al motel de carretera). Aqui nada falla, aqui todo está al servicio del cine mas refinado y espectacular. Como curiosidad, una ausencia: falta absoluta de BSO durante casi toda la película, un hecho caracteristico y especial que no hace otra cosa que darle enfasis al espiritu pesimista de la pelicula.
Hablar de No country for old men, no nos engañemos, es hablar tambien de sus tres actores principales (y sobretodo de uno de ellos). Para empezar tenemos a un Josh Brolin soberbio, que sin caer en el tópico de martir, hace el papel de victima de manera brillante. Un hombre al que vemos sobrio y tranquilo en un principio, hará que sus gestos y su lenguaje corporal vayan evolucionando a medida que lo hace la historia. Es seguro el mejor papel de su carrera (aunque en American Gangster lo bordara también como policia corrupto). Por otra parte tenemos ya al veteranisimo y brillante Tommy Lee Jones, haciendo un papel que parece escrito para él: un sheriff hastiado de su profesión y cansado de todo, viendo como el paso del tiempo y la violencia cada vez mas creciente le está apartando del mundo. Sobre él cae el peso del título de la pelicula: "No es país para viejos".
Y mención especial y etiqueta negra para Javier Bardem. Ya es fascinante de por si el personaje literario al que da vida, pero es admirable como Bardem aguanta el peso de este personaje , lo hace suyo y encima lo enmarca como uno de los psicopatas mas impresionantes de la historia del cine. Hay que verlo en V.O. para ver de verdad ese tono de voz que hiela la sangre, esa presencia casi personificando la muerte en persona, esa mirada fria y amenazante, esos movimientos casi espectrales...Todo un 10 de interpretación.
En definitiva, y como siempre pasa en estos casos donde no tenemos suficiente perspectiva de tiempo, estamos ante posiblemente un "clásico moderno", y si no es asi, por lo menos ante una excelentisima pelicula que no dejará indiferente a nadie. Como fan de los Coen, no puedo hacer otra cosa que quitarme el sombrero y deciros que...
Nota:10

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